Lo que hay que saber para evitar la aparición de «piedras» en el riñón

La primera señal que alerta de una posible litiasis es la aparición de sangre en la orina o hematuria. Así como un dolor muy intenso que se produce por el taponamiento de la salida de orina del riñón, el cólico nefrítico. El diagnóstico de la patología, la tercera afección más frecuente del aparato urinario, se realiza mediante los síntomas clínicos y el análisis de la orina. A su vez, como explica Alberto Pérez-Lanzac, «se hace un estudio morfo-constitucional de la piedra que te da un estudio de la cantidad y el tipo de minerales que tienen. Luego, un análisis de la historia natural del cálculo y de la superficie a través de un corte donde vas viendo en qué momento ha pasado cada cosa». Aparte, se debe hacer un estudio de la orina en 24 horas y un estudio en ayunas de dos horas. Por último, se mide el tamaño del cálculo mediante un TAC o una radiografía.

Una vez correctamente diagnosticada, el tipo de tratamiento dependerá de varios factores. Como su tamaño y localización. «El 85% de las piedras de menos de 4 milímetros-indica el doctor Pérez-Lanzac-se expulsan espontáneamente. Mientras que a partir de 1 cm ya suponen un riesgo alto de que tengan un evento, ya sea una septicemia, una infección o dolor».

Medidas preventivas

La septicemia es una infección generalizada del organismo díficil de controlar que puede ser mortal. Si el cálculo está en el riñón o en el uréter alto se utilizará la litotricia extracorpórea. Una máquina que rompe los cálculos por medio de ondas de choque. Si por el contrario, el cálculo es enorme hay que hacer uso de la nefrolitotomía percutánea. «En la percutánea -según explica Enrique Pérez Castro- se entra al riñón por atrás con un aparato para «comernos» la piedra con una energía especial y sacarla. Si está en el uréter bajo, el tratamiento ideal es sacarlo con un aparato llamado ureteroscopio. Lo introducimos en el uréter y con una pinza o láser se saca la piedra. Hay que resolverlo lo antes posible por el riesgo de septicemia». Todas las intervenciones son mínimamente invasivas.

Tras haber dejado libre al paciente de piedras, hay que realizar un tratamiento preventivo para evitar su reaparición. «Las medidas preventivas generales -explica el doctor Pérez-Lanzac- reducen en un 60% la aparición de nuevos cálculos. En la mitad de casos la piedra se vuelve a repetir»Beber dos litros de agua diarios o una dieta baja en sal son algunas de las medidas generales. Así como el estudio metabólico, que solo puede realizarse tras haber eliminado el cálculo, para evitar falsos positivos. «A través del estudio metabólico -según indica la jefa asociada del laboratorio de bioquímica de la Fundación Jiménez Díaz, Amelia Torres- descartamos un problema hormonal o metabólico subyacente y caracterizamos de forma completa al individuo. Qué grado de obesidad tiene, si padece síndrome metabólico, diabetes o prediabetes. Todo eso va a ayudar a que las normas que se les de al paciente sean mucho más integrales y globales, independientemente del cálculo».

Pese a sus virtudes, el estudio metabólico no se hace tanto como se debería. «Mucha culpa de esto -asevera Enrique Pérez Castro- ha sido la facilidad y la poca agresividad de los nuevos tratamientos para la litiasis». La litiasis renal tiene que ser tratada como si se recibiera un diagnóstico de diabetes. «Es una enfermedad sistémica que se manifiesta en muchos casos en el riñón: eso implica un cambio en los hábitos de vida y un tratamiento», afirma Pérez-Lanzac.

Fuente: https://www.abc.es/sociedad/abci-saber-para-evitar-aparicion-piedras-rinon-201806200237_noticia.html